
¿Eres de los que pasan las horas muertas estudiando? ¿Te gustaría sacar mejores notas, pero no sabes cómo aprovechar mejor tu capacidad para aprender? ¿O quizás ya sacas muy buenas notas, pero a cambio de grandes esfuerzos y sacrificios, y eres consciente de que puedes rendir más? ¿Cuáles son las claves que te permitirán avanzar con seguridad por el camino del aprendizaje y del conocimiento? Presta mucha atención a este artículo.
Primera clave. No existen métodos de estudio únicos para todos.
Muchos alumnos que rinden, es decir, que se aprenden sus temas en poco tiempo, quizás no se sientan a estudiar todos los días a la misma hora. De hecho, quizás ni siquiera se sientan. También es posible que no lean detenidamente sus temas, ni subrayen, ni hagan esquemas… Sin embargo, todos estos alumnos utilizan, de manera innata o aprendida, un método de estudio específico, que se adapta perfectamente a su combinación de aprendizaje.
Si eres un alumno analítico auditivo, por ejemplo, pueden venirte bien las técnicas de estudio tradicionales, pero si eres global kinestésico y utilizas estas técnicas para estudiar, te aburrirás, no rendirás y perderás el tiempo y tu capacidad.
Lamentablemente, el sistema educativo actual no tiene en cuenta la variación de estilos de aprendizaje en los últimos años, por lo que se sigue enseñando de manera lineal y recomendando las técnicas de estudio tradicionales. Estas técnicas y esta manera de enseñar nada tienen que ver con las combinaciones de aprendizaje que ahora predominan en las aulas y son unas de las principales causas de la desmotivación y del bajo rendimiento.
Por otra parte, florecen los “métodos de estudio únicos”, o “métodos de estudio definitivos” que pretenden que todos tenemos que hacer lo mismo para estudiar. Y no hay nada más ajeno a la realidad. Hay muchos métodos y muchas combinaciones de aprendizaje diferentes. Y tenemos que conocernos bien para poder aprovechar las extraordinarias capacidades que todos poseemos.
Para conocer tu combinación de aprendizaje y las recomendaciones prácticas para que estudies con un método adaptado a ella, recibirás gratuitamente con tu suscripción un test y el e-book “S.O.S. ¿Cómo puedo adaptar mi método de estudio a mi combinación de aprendizaje?”.
Segunda clave: Debes saber reconocer las ideas principales y secundarias.
¿Cuántas veces lees tus temas de clase para reconocer las ideas principales? Si necesitas leer dos o más veces, lo que supone mucho tiempo, presta atención a este punto.
La habilidad para reconocer las ideas principales y secundarias de un vistazo da seguridad, velocidad en el estudio y mejora radicalmente la comprensión de la lectura, lo que hace que mejoren también las notas de los exámenes.
Los alumnos que no tienen desarrollada esta capacidad suelen subrayar todo y aprender las ideas en el mismo nivel, lo que supone multiplicar el esfuerzo para retener la información.
Para reconocer bien las ideas principales y secundarias debes distinguir las diferentes estructuras del lenguaje: generalización, descripción, problema-solución, clasificación, secuencia, comparación, argumentación y causa-consecuencia, ya que en cada estructura se organizan las ideas de manera diferente. Cuando reconocemos la estructura ya podemos saber dónde estarán las ideas principales, incluso antes de haber leído el texto. Y el mero hecho de estructurar bien las ideas correctamente mejorará tu velocidad de retención.
Para aprender a reconocer las ideas principales y secundarias podrás recibir gratuitamente nuestra guía y preguntarnos tus dudas a través del blog.
Tercera clave: Debes saber expresarte correctamente con tus palabras.
¿Alguna vez tus profesores te han dicho que debes mejorar la expresión escrita? ¿Cuántas veces has llegado con un bien o un notable a pesar de haber estado preparado para un sobresaliente? ¿Cuántas veces has contestado más o menos de lo que se te pedía y eso se ha reflejado en tus notas?
Los alumnos que no saben expresarse de manera correcta y completa en los exámenes tienen que aprenderse los temas de memoria, lo que supone un gran esfuerzo, y mucho tiempo.
Tener adquirida esta habilidad supone, además, que sepas reconocer lo que te están preguntando en el examen, si la pregunta es de síntesis o de desarrollo, y el contenido que tienes que reflejar (y como tiene que estar reflejado) para obtener la máxima nota.
Pero no te preocupes. Eso, como todo, se aprende.
La guía gratuita para contestar a las principales preguntas de desarrollo en los exámenes está pensada precisamente para ayudarte en la adquisición de esta habilidad. ¡Comparte con nosotros tus dudas, preguntas y progresos!
Cuarta clave: ¿Sabes cómo retener a largo plazo?
¿Cuánto tardas en olvidar lo que has estudiado después del examen? ¿O cuántas veces te ha pasado que olvidas antes del examen? ¿Te gustaría que no se te olvidara lo que estudias y poder incorporar esos conocimientos para utilizarlos siempre que quieras en el futuro?
Los alumnos que saben rendir en el estudio se dan cuenta de que si aprenden a largo plazo, cada año sólo tienen que profundizar sus conocimientos, en vez de empezar desde cero. Pero pocos conocen y aplican la regla de los cinco repasos. Esta regla dice que para retener una información a largo plazo debemos repasarla nada más terminar de aprender, a las 24 horas, a la semana, a los 15 días y al mes.
En la práctica, para poder aplicar esta regla, necesitas un sistema para organizar la información que te permita realizar los repasos de un tema en pocos minutos, lo que es prácticamente imposible utilizando los métodos de estudio tradicionales de subrayado, esquemas y resúmenes.
Para saber qué sistemas para organizar la información te permiten repasar mucho más rápido y realizar los cinco repasos presta atención a las próximas entradas de este blog. ¡Luego podrás adaptar los diferentes sistemas que existen a tu combinación de aprendizaje!
Quinta clave: ¡Conoce y utiliza las técnicas de memoria!
¿Sabes que existen trucos muy antiguos que permiten “guardar” de manera organizada el contenido de cualquier tema aplicando algunas sencillas técnicas?
Además, cada persona, según su combinación de aprendizaje y el tipo de información a retener, tiene sus sistemas favoritos.
¡Conócelos y escoge el que más te compense! ¡Sorprenderás a todos con tu capacidad de memoria!
Sexta clave: ¡Conoce y utiliza las técnicas de lectura rápida!
¿Has medido alguna vez tu velocidad de lectura, tu nivel de comprensión y de retención?
¿Qué entendemos por una buena velocidad de lectura? Leer más de mil palabras por minuto con excelente comprensión. ¿Qué entendemos por excelente comprensión? Captar con la primera lectura la estructura de ideas principales y secundarias del texto. ¿Qué entendemos por excelente retención? Poder recordar el contenido de la lectura a largo plazo.
La lectura rápida es el último paso para conseguir una optimización del tiempo de estudio. Dentro de muy poco ésta será una habilidad esencial para adaptarnos a los cambios globales y para el desarrollo profesional. Para que el aprendizaje de estas técnicas sea eficaz, te sugerimos asentar antes el resto de las herramientas. Una base floja puede arruinar el trabajo a corto o medio plazo.
Séptima clave: Distingue entre el tiempo de trabajo y el tiempo invertido.
¿Eres de los que piensan que todo esto está muy bien, pero que ojalá tuvieras tiempo para aprenderlo?
Seguramente tendrás toda la razón, y siempre la tendrás. Porque si no inviertes tiempo en adquirir estas habilidades (tiempo invertido), antes o después no te alcanzarán las horas del día para estudiar (tiempo de trabajo). Es como decir que no puedes echar gasolina porque no tienes tiempo para parar…
¡Invierte tiempo en aprender estas estrategias y tendrás luego tiempo para todo lo que quieras! ¡Llegarás allá donde desees!
¡Te deseamos el mayor de los éxitos! ¡Y que disfrutes del camino!
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